Ingredientes:
500 g. de harina de fuerza
2 g. de levadura seca de panadería
400 ml. de agua
25 ml. de aceite de oliva
8 g. de sal
una cucharadita de azúcar
Elaboración:
Ponemos la harina tamizada en un bol, añadimos la sal y removemos. Añadimos la levadura, el azúcar y por último el agua. Mezclamos bien con una espátula y tapamos con papel film.
Dejamos reposar durante 40 minutos (lo he dejado dentro del horno apagado).
Ahora doblamos la masa sobre si misma por sus cuatro partes y nos ayudamos mojándonos los dedos con un poco de agua) Volvemos a tapar y dejar reposar 30 minutos. Repetimos la operación y dejamos reposar otros 30 minutos.
Volvemos a doblar la masa y ahora dejamos reposar durante 40 minutos.
Espolvoreamos la masa con harina y volcamos el bol sobre la mesa de trabajo también enharinada.
Con ayuda de una rasqueta extendemos un poco la masa con cuidado de no desgasificar hasta formar un rectángulo.
Partimos en cuatro partes y las colocamos sobre una bandeja con papel de horno enharinado. Cada pedazo lo espolvoreamos un poco más con harina.
Cubrimos con un paño y dejamos reposar durante 30 minutos.
Precalentamos el horno durante 10 minutos a 230º y horneamos en la parte baja del horno durante 20-25 minutos a los mismos grados.
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