Ingredienntes:
500 g. de harina de fuerza
330 ml. de agua
10 g. de sal
5 g. de levadura fresca de panadería
Elaboración:
Ponemos en el bol de la amasadora la harina tamizada y el agua templada y la sal.
Mezclamos a baja velocidad un par de minutos y añadimos la levadura desmenuzada.
Amasamos durante 10 minutos a media velocidad. Sacamos la masa al mármol y terminamos de amasar dando unas vueltas. Hacemos la prueba de la membrana.
Formamos una bola y la dejamos en un bol tapado durante media hora en un lugar templado hasta que fermente y doble su volumen.
Pasada la hora, sacamos la masa, desgasificamos un poco a la vez que formamos un rectángulo.
Doblamos una parte hasta la mitad y la otra cubriendo todo. Enrollamos en un cilindro y dejamos reposar durante 15 minutos tapado en el mismo bol de antes.
Cortamos 10 trozos de 80 g. cada uno y le damos forma de bola.
Los colocamos en una bandeja de horno con papel sulfurizado y los dejamos fermentar tapados con un paño durante 30 minutos.
Hacemos unos cortes a los bollos con una cuchilla.
Precalentamos el horno 10 minutos a 200º y horneamos los bollitos durante 10 minutos a los mismos grados, luego bajamos a 190º y horneamos durante 25 minutos más.
Están super ricos, blanditos por dentro y crujientes por fuera.
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Éstos los he hecho con la misma masa, haciendo una masa madre con 100 g. de harina, 100 de agua templada y 7 g. de levadura (toda la noche en la nevera tapada).
Al día siguiente sacar media hora antes de empezar a hacer la masa y he añadido 3 g. más de levadura.
Horno precalentar 10 minutos a 225º y hornear 35 minutos a 200º en la parte de abajo.
Siempre con un recipiente de agua en el fondo.
(He notado poca diferencia).